Campeche Hoy

domingo, 11 de marzo de 2007


Expreso 73
Crisol.
Por Carlos Martínez Caamal.

SEGURIDAD, RESPONSABILIDAD DE TODOS

La inseguridad es un fenómeno social que tarde o temprano nos tenía que alcanzar.
No verlo así es cerrar los ojos a una realidad innegable que nos deja vulnerables ante quienes han decidido hacer de la delincuencia organizada su modus vivendi.
Sin lugar a dudas son muchos los factores que han influido en que la delincuencia poco a poco vaya sentando sus reales en el Estado, y bien podríamos enumerar el hecho de que por nuestra posición geográfica somos paso obligado, o trampolín, del narcotráfico y de indocumentados.
Hoy en día vemos con crudeza, según las autoridades judiciales del Estado, la situación que prevalece en los municipios de Candelaria y Ciudad del Carmen, donde presuntamente dos bandas de traficantes de indocumentados se disputan el control de la plaza y como consecuencia hay nueve personas ejecutadas.
Pero también hay que tomar en consideración el crecimiento de nuestra población y por consiguiente el que las bandas delictivas estén poniendo sus ojos en nuestro otrora tranquilo estado.
Ya no somos los mismos de hace 20 años, cuando todos nos conocíamos y sabíamos a qué nos dedicábamos. Hoy nuestro estado resiente la migración de mucha gente de fuera, gente, en su mayoría, de bien que ha venido a esta noble tierra en busca de un futuro tranquilo y promisorio.
Sin embargo, la delincuencia organizada también puso sus ojos en este paraíso de tranquilidad y por eso hoy en día vemos con asombro como de un día a la fecha empezaron a aparecer aviones cargados de cocaína, desmantelamiento de laboratorios para la elaboración de enervantes, decomisos de cocaína en plena ciudad, detenciones de narcovendedores, secuestros, ejecuciones y un sin número de delitos que antes eran noticias que sólo leíamos en las páginas nacionales de los periódicos.
No se puede tapar el sol con un dedo, y menos ahora que se trata de la seguridad de nuestras familias, por eso es importante el hecho de que el gobernador del Estado, Jorge Carlos Hurtado Valdez haya aceptado, en la semana que recién concluye, que la delincuencia cada vez toma mayor fuerza y que es necesario, que todos juntos, hagamos frente a esos males sociales.
Sólo aceptando nuestra realidad podremos enfrentar y superar cualquier fenómeno social que anos aqueje, y por eso es fundamental el llamado del jefe del ejecutivo estatal para que todos juntos, pongamos un grano de arena en el combate a la delincuencia organizada.
Todos tenemos un enorme papel en la lucha contra la delincuencia, por eso es indispensable que usted amable lector adopte las medidas preventivas que sean necesarias, como bien podrían ser asegurar lo mejor posible su casa, estar al pendiente de los movimientos de gente sospechosa en su calle, barrio, colonia o unidad habitacional.
Conocer a sus vecinos y coordinarse con ellos para no ser sorprendidos por los delincuentes, pero principalmente vigilar a sus hijos, saber con qué amistades se junta y que hace en sus ratos libres, además de orientarlos sobre los daños que causa la drogadicción y el alcoholismo.
La inseguridad y el combate a la delincuencia no es un problema que sólo competa a las autoridades policiacas, es un fenómeno social que nos atañe a todos y por eso todos, sin excepción, autoridades, medios de comunicación, partidos políticos, organizaciones civiles y ciudadanía en general, tenemos la enorme responsabilidad de poner de nuestra parte para evitar ser parte de la estadística delictiva.

EL CINISMO Y DESCARO DE HERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ Y ORTEGON GARCIA

Vaya cinismo y descaro de los ex dirigentes del Partido de la Revolución Democrática, Róger Ortegón García y Guillermo Hernández Domínguez quienes se atrevieron a reaparecer en la escenario político tratando de justificar su ambición y corrupción probada, responsabilizando a quien les dio la oportunidad de llegar a la dirigencia de ese partido, Abraham Bagdadi Estrella.
Como viles mercenarios de la política, tanto Ortegón García y Hernández Domínguez hoy se alquilan a los intereses del grupo político que desde hace años, utilizando a un medio de comunicación, pretenden apoderarse de la dirigencia estatal del Partido de la Revolución Democrática.
Para ello, los pillines ex dirigentes se han autonombrado líderes del Frente de Izquierda Progresista, que no es otra cosa que un membrete para intentar desestabilizar a la dirigencia actual del partido del Sol Azteca que no ha caído en el garlito y que ya turnó el caso al Comité Ejecutivo Nacional que dio luz verde para que se procediera penalmente contra los honestísimos ex líderes perredistas.
Y es que el fraude en que incurrieron Ortegón García y Hernández Domínguez, según datos aportados por el mismo Instituto Electoral del Estado, asciende a más de 300 mil pesos, recursos que manejaron a su antojo y que nunca entregaron para las campañas.
Lo mismo pasó con una cantidad similar que aportó el Comité Ejecutivo Nacional para el pago de propaganda y papelería para las campañas de los candidatos a cargos de elección popular. Recursos que no llegaron a su destino, de ahí que hayan sido demandados por el empresario Carlos Encalada Piña.
Como consecuencia de esa demanda las autoridades judiciales del estado procedieron a embargar los bienes de ese partido y aunque dicha orden no se llevó a cabo, está en veremos el desahogo de esas deudas que el CEN tendrá que cubrir a la brevedad.
Pero además, la orden de proceder legalmente contra los ex dirigentes, se debe a que durante su gestión al frente del PRD la dirigencia nacional les entregó una camioneta Suburban que se niegan a devolver y que al parecer ya vendieron.
Y eso que no se está investigando la opulencia de Hernández Domínguez quien como presidente de ese partido presionó a las autoridades locales de la Sagarpa para que le dieran un crédito ganadero por 500 mil pesos, además de que junto con un grupo de incondicionales invadió terrenos en el municipio de Escárcega, donde actualmente es propietario de un rancho de grandes extensiones.
Así se las gastan Ortegón García y Hernández Domínguez quienes hoy se hacen pasar como los más honestos salvadores de la izquierda en Campeche. ¿Cómo los ven?

LA INTOLERANCIA DEL ALCALDE

De nuestro compañero de profesión, David Ernesto Rea Huicab, recibimos la siguientes misiva que a continuación reproducimos para que usted, amable lector, se de una idea de la intolerancia que caracteriza al hoy alcalde de Campeche, Carlos Oznerol Pacheco Castro.
San Francisco de Campeche a 9 de marzo del 2007.
Carta a Carlos Oznerol Pacheco Castro.
Intolerancia.
Señor presidente municipal, en los nuevos tiempos políticos que vive el país no tienen cabida la intolerancia y la prepotencia que usted maneja contra quienes piensa diferente a su forma de administrar. Recuerde que la democracia le permitió llegar a ocupar el cargo que hoy ostenta, gracias a la diversidad de ideas y opinión de los campechanos que al final de cuentas son los que deciden.
La agresión verbal que recibí de su persona al concluir el pasado Sábado de Banda, al llamarme mentiroso por los artículos que he publicado, es una muestra del riesgo que corre todo aquel que se atreva a denunciar alguna irregularidad de su gobierno, porque en este caso, no hice más que dar voz a quienes integran un pueblo que se siente abandonado y traicionado por su gobierno municipal, comentarios que según desde su perspectiva y sentir son calumnias de un servidor.
Lamento que haya hecho oídos sordos al sentir de campechanos, lamento que no se haya tomado la molestia de investigar las irregularidades que tiene en sus direcciones, lamento que la agresión haya sido la respuesta a percepciones y realidades diferentes a la suya, lamento que se hayan gastado 12 millones de pesos en un carnaval habiendo tantas carencias en nuestro municipio, lamento que le esté fallando a un pueblo noble como lo es Campeche que confió en usted.
Señor Oznerol Pacheco Castro, no olvide que en su campaña político electoral usted se llamó amigo de la libertad de expresión, y afirmó que respetaría los puntos de vista de los ciudadanos, comprometiéndose a escuchar las demandas y necesidades del pueblo que hoy gobierna, ¿a cuatro meses de estar en la silla ya lo olvido usted?
Pero en algo sí coincidimos: nuestro municipio necesita de sus mejores hombres y gobernantes, para que en el futuro nuestros hijos puedan gozar de un mejor lugar donde vivir, con instituciones serias y comprometidas con el pueblo; pero esto no lo lograremos tratando de acallar las voces de las personas que no piensan igual que uno.
Si nos callamos o atemorizamos, su actitud nos llevaría a un retroceso político y social de muchos años, por fortuna aquellos tiempos de dictadura quedaron en el pasado, no pretenda usted regresarlos a nuestro estado porque el juicio de la historia no lo podrá callar jamás.
Por mi parte le reitero mi respeto, pero también mi firmeza para continuar con mi trabajo periodístico porque un acto de intolerancia no puede ni podra ocultar los yerros que cometan quienes ostentan el poder.
Firma la misiva David Ernesto Rea Huicab.
Y reforzando el comentario de nuestro compañero comunicador, habría que añadir que el enojo del alcalde Pacheco Castro, es porque ha sido exhibida su complicidad en el manejo nada claro del presupuesto del carnaval y que no ha podido, o mejor dicho, no ha querido, comprobar, con lujo de detalle, el millonario gasto que ejerció la comuna en los eventos del Carnaval.
Como es del conocimiento público, la comuna derrochó 12 millones de pesos en dichas festividades en honor al Dios Momo, 3 millones más que el año pasado, y eso es que se vendieron sillas en el foro Ah, Kim, Pech y los espacios del malecón para el sábado de bando.
Tal vez Oznerol debería de tomar como ejemplo a la comuna de la capital de su natal Yucatán, donde el Ayuntamiento sólo gastó cuatro millones de pesos y además tuvo ingresos adicionales por el pago de impuestos de quienes solicitaron espacios para promocionar sus productos.
Claro está, ahí no se dio exclusividad a nadie y todas las empresas cerveceras, refresqueras, medios de comunicación y demás que quisieron participar en las fiestas carnestolendas, dieron aportaciones para el lucimiento de las mismas, además de pagar sus respectivos impuestos.
¿Por qué no se hizo igual aquí?, ¿por qué todo, desde la venta de bebidas etílicas hasta la renta de equipo de sonido, se hizo dando exclusividad a los amigos del alcalde?
Sin lugar a dudas la ciudadanía está a la espera de respuestas, porque a nadie nos queda claro el manejo de los 12 millones de pesos destinados para esas fiestas y mucho menos los convenios que se hicieron, en lo oscurito, con las empresas beneficiadas con la dichosa exclusividad.
Dinero que al final de cuentas en lugar de aplicarse a la obra pública o servicios públicos, se gastó, o mejor dicho se derrochó para beneficiar a unos cuantos.

EN CAMPECHE, EL VOTO MAS CARO

En la columna Horizonte Político de José Antonio Crespo se publica un análisis del IFE que a continuación reproducimos por lo datos reveladores.
Ahora que se discute en la Suprema Corte la autonomía presupuestal del IFE y que el recorte que el Congreso le recetó ha provocado el despido de casi 300 empleados del Instituto, parece pertinente reflexionar sobre la eficacia y el tamaño administrativo de lo que ha sido uno de los eje centrales del tenue impulso democratizador en México. La enorme dimensión administrativa del IFE y los grandes recursos que exige su alimentación son una de las razones de que la democracia electoral mexicana sea una de las más caras del mundo (la otra razón principalísima es el enorme financiamiento público a los partidos, que tendrá que ser sometido a revisión, si de verdad se quiere tener una reforma electoral de fondo). Desde su nacimiento, se concibió al IFE como un aparato gigantesco y muy caro, para colocar ahí a los cuadros que hacían la labor organizativa desde la Secretaría de Gobernación. Se trataba de un organismo esencialmente cosmético, aún bajo control del gobierno y, por tanto, al servicio de las necesidades electorales del PRI. La composición de su primer Consejo General, bajo absoluto control del tricolor, así lo demostró. Poco a poco, en virtud del fortalecimiento y la presión de la oposición, el IFE fue cobrando autonomía respecto del gobierno (aunque entró en la órbita de los partidos, como sucede hasta la fecha). El presupuesto del IFE en 1994 fue 142 % superior al de 1991 (a precios constantes).
Se ha dicho hasta la saciedad que, dada la desconfianza histórica en materia electoral, era imprescindible tener un aparato de ese tamaño y costo para organizar exitosamente el complejo proceso electoral. José Woldenberg dijo muchas veces que el costo de nuestra democracia era proporcional al tamaño de nuestra desconfianza. Y en parte tenía razón. Se podía suponer que conforme se consolidara esa credibilidad en las instituciones y los procesos electorales se podrían empezar a reducir los desorbitantes costos de los comicios. Pero el año pasado vimos que, ni con ese enorme presupuesto, se logró el objetivo fundamental de toda elección democrática: el consenso sobre el resultado. No ha cambiado la proporción de ciudadanos que no cree que Felipe Calderón haya ganado en buena lid. Desde luego, ese lamentable desenlace no es responsabilidad exclusiva del IFE. Lo fue principalmente de los partidos, los candidatos, los medios y de quien más debió haber contribuido a evitarlo: el jefe de Estado (que nunca entendió lo que era el Estado). Pero el IFE también puso su grano (o su piedra) de arena. Sus errores de comunicación, su desidia para recontar los paquetes a que obligaba la ley (enviando además una circular para inhibir dicha revisión), la proclamación anticipada del triunfo de Calderón por parte de su presidente alimentaron el conflicto y la desconfianza. El resultado es que la credibilidad electoral sufrió nuevamente un golpe, y no menor, en lugar de haberse fortalecido como todos deseábamos.
Si se mantuviera la premisa de que, a mayor desconfianza, más gasto público, habría entonces que incrementar significativamente el tamaño y presupuesto del IFE. Pero me parece que lo ocurrido el año pasado debiera llevarnos a la conclusión contraria: el elefantismo del IFE no pudo evitar el conflicto ni la suspicacia. ¿Para qué sostener ese costoso gigante burocrático? Más vale una estructura ágil, menos aparatosa y más barata, con un grupo permanente de funcionarios que se amplíe lo necesario en tiempos electorales. Es el esquema que opera en la mayoría de las democracias. Desde luego, se dirá que México no es una democracia consolidada (en efecto, no lo es) y que eso justifica nuestro modelo obeso y caro. Pero resulta que en México mismo tenemos algunos ejemplos del esquema austero y eficaz, que desafía las tesis del inevitable burocratismo electoral. Es el caso de algunos institutos electorales de los estados. No todos, pues algunos son relativamente más caros incluso que el IFE. ¿Cómo compararlos? Dividiendo su presupuesto en los años electorales (sin considerar el financiamiento a los partidos) entre el número de votos potenciales de su jurisdicción, contenido en su respectiva lista nominal. En 2003, ese costo a nivel federal (es decir, del IFE), y sin contar el gasto del Registro Federal de Electores (que credencializa a los ciudadanos y actualiza el padrón electoral), fue de 56 pesos por voto potencial. Contrasta con Campeche, el más caro, cuyo voto potencial en 2003 costó 187 pesos, el del Estado de México ( 146 pesos en 2005) y el del DF (126 pesos también en 2003). Algo absolutamente indignante. Y por otro lado tenemos estados con un voto potencial menos caro. Destacan Tamaulipas en 2004 (de sólo seis pesos), San Luís Potosí en 2003 (36 pesos) y Jalisco también en ese año (38 pesos). Eso significa que es posible operar elecciones a costos mucho más bajos, con elecciones de calidad al menos semejante a las federales. El número relativo de empleados permanentes varía también mucho. Los más de diez mil empleados del IFE contrastan con los institutos estatales que tienen, por ejemplo, sólo 30 o 40 miembros permanentes.
En otras palabras, se puede concluir que en México prevalece un esquema de despilfarro electoral, no sólo en el IFE sino en la mayoría de los institutos estatales del país. Pero también hay ejemplos de cómo es posible tener elecciones normales y eficaces a un costo mucho menor, y con una burocracia más ágil y eficiente. En todo caso, lo que quedó claro el año pasado es que el alto gasto operativo del IFE no garantiza una mayor confiabilidad en los comicios y sus resultados. No tiene caso seguir teniendo una democracia electoral tan cara, y cuya calidad ni siquiera es como para presumir en el mundo. Aunque sigue habiendo quien lo hace con absoluto desparpajo.

Ráfagas.- Nuestras condolencias para los hermanos Lara Parrao por el sensible fallecimiento de su señora madre Amparo Parrao de Lara, acaecida en días pasados. Que la resignación llegue pronto a sus corazones…Dicen que el que anda como todo un jjjunior es el nuevo titular del Indecam, Enrique Rosado Méndez, que abandono su destartalada carcacha sin placas para apropiarse de una camioneta Tracker del año que estaba asignada a la dirección del Indecam…Por cierto el gordito llegó con la espada desenvainada y de entrada obligó a todos funcionarios de primer nivel de esa dependencia a madrugar. Por eso todos los días se puede ver con cara de sueño a más de uno que estaba acostumbrado a llegar a las 11 de la mañana…Ahora sí que están desquitando sus salarios los funcionarios del Indecam y ojala las nuevas medidas adoptadas por el caballero de Colón no sean sólo llamaradas de petate, porque conociéndolo como es con seguridad en poco tiempo se olvidará de sus promesas al jefe del ejecutivo y exhibirá su ambición desmedida por los centavos. Al tiempo…Por cierto, dicen que al único que felicitó Rosado Méndez fue al administrador de la alberca olímpica del 20 de Noviembre, Ricardo Poot, y es que la verdad, la alberca está en inmejorables condiciones…Y hablando de gorditos nefastos, resulta que luego de meses de andar tras el gober, llorando por una chamba, por fin se le hará a Leticia Carrillo, la ex titular de Sedesol municipal, a quien le darán la administración del cine teatro Renacimiento para que siga pegada a la ubre presupuestal…Laura López Hernández, quien fue acusada y destituida por presuntos malos manejos administrativos en la administración de la ex alcaldesa de Calkiní, Sonia Cuevas Kantún, después de su gris desempeño en el DIF-Municipal al lado del primer damito, Alberto Angli Santamaría, fue premiada en el Instituto de la Mujer, donde sin cargo alguno maneja los recursos de esa dependencia a sus anchas. Aguas mi Merry, no le vaya a pasar lo mismo que en el Ayuntamiento, donde se dejó manipular por sus asesores de cabecera…Por cierto, que ya está definida la vocería en el Inmujer, y que será Tony, y no por Antonio González Curi, sino por la imposición del super asesor de la Merry, que en su momento la hizo hasta de chofer con tal de desmostrarle fidelidad a su jefa… Que el que anda con la soberbia por los cielos es el recién estrenado delegado de la Comisión Nacional del Agua y ex candidato perdedor por el PAN a la alcaldía de Campeche, Juan Carlos Lavalle Pinzón, quien apenas tomó posesión del cargo se olvidó de todos sus colaboradores de campaña a quienes les prometió que no los dejaría en el abandono, ya ven, eso de confiar en los modernos judas no deja nada bueno…Felicidades a Jesse Martínez por cumplir un año más de vida, adelante brother que sigas consechando más éxitos…Pues que siempre sí se va a vender el terreno de la escuela secundaria federal No. 3 y es que al parecer se va a realizar un desarrollo turístico que dejará una buena inversión al estado además de empleos…En el ayuntamiento de Calkiní no hay dinero para apoyar a los campesinitos, pero si hay para mantener a dos ex diputados que fueron compañeros de bancada del actual alcalde y quienes se quedaron en la banca por su gris desempeño como legisladores, por cierto, éstos dos pájaros de cuenta utilizan a una de sus asistentes como prestanombre, ¿ya sabe usted quienes son?...Comentarios y sugerencias enviarlas a carlitosmartinez15@hotmail.com o a http://www.campechehoy.blogspot.com/. Hasta la próxima.